Charla Dominical
Si miramos el mar inmenso, ¿qué adivinamos detrás de aquella cinta azul que se pierde en la lejanía?... Si miramos ...
Oración
Se me ocurre empezar la reflexión de hoy con un consejo ⎯vamos a llamarlo un mandato⎯ que el mismo Dios ...
Narraciones Bíblicas
Muchas veces se dice y se repite que la juventud no es patrimonio de los años sino de la frescura ...
Reflexiones
Vamos ahora a meternos en la mente de Dios aquel día en que había completado la creación de todas las ...
Nuestra Fe
Otra vez: amarásUna vez, anteriormente, trajimos el Primer Mandamiento de Dios, que nos impone el amor. Pero nos quedamos en su primera palabra, sin mirar los dos cauces que Dios ha señalado al único amor del corazón: Dios y el hermano. Hoy, vamos a adentrarnos en esos dos brazos del río por el que van corriendo las aguas de nuestro amor, hasta que desemboque en el mar inmenso de la eternidad…
Iglesia
La Iglesia viveAl pensar en la Iglesia y querer hablar de la Iglesia, nos vienen sin más a la mente y a la punta de la lengua preguntas como éstas: -¿Dónde vive la Iglesia? ¿Sólo en el templo? ¿Sólo donde hay curas y obispos? Una anécdota conmovedora nos va a servir hoy por una lección de categoría sobre la Iglesia Católica. Casi no se lee o escucha sin que salten las lagrimas de los ojos. Parecería un cuento, si el hecho no fuera rigurosamente histórico, y bien conocido porque se cuenta muchas veces. Hoy nuestro mensaje se va a reducir a narrar esta historia…
Maria
La Peregrina de FátimaHace ya bastante tiempo que apareció en Portugal un libro con este título provocativo: Fátima, jamás. ¿Cómo un sacerdote —y portugués precisamente— pudo escribir y propagar tercamente un escrito semejante? Eso es renegar de un signo que Dios nos ha mandado para conseguir la paz del mundo y la salvación de muchas almas. Cierto que una revelación privada no obliga a nadie a creerla, y cualquiera está en su derecho para no aceptarla. Pero se necesita mucha presunción para rechazarla con desdén, oponiéndose al común sentir de todos los fieles, un sentir que empieza por el Papa y prácticamente por la totalidad de los Obispos. ¿Nos equivocamos toda la Iglesia al aceptar una fórmula de devoción que nos viene del Cielo?…
Santos
San Pablo de la CruzLo primero que se le ocurre a cualquiera que lee la vida de San Pablo de la Cruz, el Santo que hoy viene a nuestro escrito, es preguntarse: Pero, ¿cómo pudo llegar a los ochenta y un años un hombre que hacía semejantes penitencias?… Parece no haya existido verdugo que haya atormentado a una víctima como Pablo de la Cruz se atormentaba a sí mismo… Porque Pablo de la Cruz quiere ser una imagen viviente de Jesús en el Calvario, y lo va a ser de verdad toda su vida…