Maria

El Ángelus

19. octubre 2020 | Por | Categoria: Maria

Cuando el Papa Pablo VI repasó en su magnífica Exhortación Apostólica El Culto de María las devociones de la Iglesia a la Virgen, al llegar al “Ángelus” dijo sin más que se conserve tal como está, porque es una plegaria perfecta…
Los tres momentos de rezar el Ángelus han sido tradicionalmente avisados con el toque de la campana en los pueblos cristianos. Al amanecer, al mediodía y al ponerse el sol, tocaba la campana, y toda la comunidad cristiana entendía:
– ¡Es la hora de rezar a la Virgen!… El Ángel del Señor anunció a María…
Todos interrumpían el trabajo, todos rezaban las tres Avemarías, todos tenían un recuerdo cariñoso para sus difuntos, todos oxigenaban el alma con la oración más tierna a la Madre del Cielo…



La Mujer del Calvario

12. octubre 2020 | Por | Categoria: Maria

Impresiona lo que nos cuenta un exprisionero italiano de la Segunda Guerra Mundial. Es preferible dejarle a él solo la palabra.

“Hecho prisionero de los alemanes, fui llevado a un campo de concentración de Polonia, una nación muy devota de la Virgen, y metido entre prisioneros polacos, los cuales nos preguntaron: -¿Italianos? Entonces, serán también católicos. -¡Claro que somos católicos, no faltaba más! No pudieron ocultar su satisfacción: -Nosotros también somos católicos. Y como prueba…



María del Cenáculo

5. octubre 2020 | Por | Categoria: Maria

Se ha contado muchas veces aquella escena tan tierna de la madre que agonizaba. Rodeaban el lecho sus niños, y el más pequeñito, aunque no sabía muy bien qué era aquello de morir, le pregunta con inocencia encantadora:
-Mamá, ¿es verdad que ya no vas a poder cantar más?…
La mamá hace un esfuerzo supremo, e invita a los pequeños: -Sí, hijitos míos. ¡Venid, alabemos a María!…
La madre buena se despedía de este mundo cantando a María, y en el Cielo ha tenido ocasión interminable para cantarle a placer cuantas veces quiera…



La Madre de Nazaret

28. septiembre 2020 | Por | Categoria: Maria

El bendito Papa Beato Juan XXIII tenía unos rasgos formidables a la par que encantadores. Y, naturalmente, de enorme lección para toda la Iglesia. Por ejemplo, lo que hizo una noche con las tres religiosas que cuidaban de la casa pontificia. Había pasado el día entero entre audiencias, discursos, consultas, y llegó la última hora sin haber podido rezar el Rosario. Concluye la cena, y llama a las tres monjitas que acaban de arreglar la cocina:
-¿Quieren venir a rezar conmigo el Rosario en la capilla? -¿Cómo no, Santo Padre? Con mucho gusto…