Oración

Las “caras” de Jesús

29. febrero 2024 | Por | Categoria: Oración

¿Cuántas caras tiene Jesús? Una solo, por de pronto… La que recibió de su Madre con los trazos que dibujó el Espíritu Santo y que ahora está radiante en el Cielo con la gloria de la Resurrección. ¡Cuidado que debe ser bella la cara de Jesús Resucitado!… Una cara que no está reservada para ser contemplada sólo en el Cielo, sino que debe correr también por la tierra…



Martas y Marías

22. febrero 2024 | Por | Categoria: Oración

Cualquiera que se haya metido en la Iglesia para una obra de apostolado, o simplemente acuda a reuniones de espiritualidad, habrá notado que se suscita siempre una cuestión importante: hay que orar y hay que trabajar; hay que trabajar y hay que orar. Y pensamos y preguntamos: ¿Qué palabra se debe poner la primera, la oración o el trabajo? Es una cuestión que se planteó ya en tiempo de los Apóstoles, y que Lucas (10,38-42) nos trae resuelta en su Evangelio. Diríamos que hemos tenido suerte cuando el mismo Jesucristo acabó con la cuestión…



La nobleza de alma

15. febrero 2024 | Por | Categoria: Oración

En las antiguas naciones de Europa existen las familias de linaje distinguido y que tienen títulos de nobleza. Sus miembros se enorgullecen en sociedad de tener, como se dice, sangre azul. Esta sangre, desde luego, no es azul, sino bien roja, como la de todos los demás. Pero se da el calificativo de azul a los que tienen ascendientes de la nobleza, o sea, a los que vienen de familias que se distinguieron por hechos famosos en el ejercicio de las armas o en el engrandecimiento de la patria, y que recibieron los títulos de grandes, como son duque, marqués o conde…



Un Papa y un poeta

8. febrero 2024 | Por | Categoria: Oración

Un Papa le pedía a Dios, en una oración célebre, que le enseñara a conocer estas cuatro verdades, las cuales parecen muy elementales, pero que tienen un gran sentido para la vida:
Enséñame a ver cuán frágil es lo terreno – cuán grande lo divino, cuán breve lo temporal, – cuán duradero lo eterno (Inocencio XI). A primera vista, esto le iría bien a un cura para un sermón cuaresmal, pues parece que lleva una buena dosis para meter miedo en el cuerpo. Pero es todo lo contrario. Si uno reflexiona, se da cuenta en seguida de que estos pensamientos son capaces de infundir un enorme optimismo en la vida…