Oración

Lecciones del Crucifijo

7. diciembre 2023 | Por | Categoria: Oración

¿Por qué en la Iglesia Católica hablamos tantas veces de la Cruz?… Muy sencillo: porque en la Cruz de Cristo está la esperanza única de salvación.
Además, porque, queramos que no, cada uno en la vida tiene que llevar su propio peso de dolor: y si no tiene a qué ni a quién mirar para encontrar un alivio seguro, eficaz, ¿cómo se las arregla para no desesperar? ¿de dónde sacará fuerza para resistir?…



Sólo por hoy

30. noviembre 2023 | Por | Categoria: Oración

El querido Papa Beato Juan XXIII se hizo famoso por la serenidad, naturalidad y alegría con que sabía pasar la vida, conforme a su lema “Obediencia y paz”. Una paz que no perdía nunca porque sabía que estaba haciendo la voluntad de Dios.
Pero no todo era fruto de un temperamento tranquilo, sino consecuencia de una gran virtud con la cual dominaba todos los acontecimientos del día.
Y esto lo consiguió con un plan de vida que se trazó en su “Decálogo de la serenidad”, bajo el lema de “Sólo por hoy”. ¿Qué quiso decir con este Sólo por hoy?…



Hasta la sangre…

23. noviembre 2023 | Por | Categoria: Oración

En la Carta a los Hebreos, un escrito formidable del Nuevo Testamento, el autor, que es discípulo aventajado de Pablo, espolea a los primeros cristianos a ser valientes en la confesión de la fe, ante el peligro en que se ven de cometer el temible pecado de la apostasía, y les dice:
– No habéis llegado todavía a derramar la sangre en vuestro combate contra el pecado (Hebreos 12,4)
Muchas veces repetimos que el derramar la sangre en defensa de la fe, por conservar la fe, es una gracia de Dios extraordinaria. El martirio es un…



Con los brazos en alto

16. noviembre 2023 | Por | Categoria: Oración

¿Recordamos la escena de Moisés en la montaña con los brazos en alto, mientras los guerreros del pueblo libraban la batalla contra Amalec?… Moisés oraba con las manos alzadas, y le decían.
– ¡Sigue, sigue, Moisés, que mientras oras así la batalla va bien!…
De repente, cambian el grito jubiloso por otro grito lleno de angustia:
– ¡Moisés, Moisés, no te canses de orar ni bajes los brazos, que nuestro ejército empieza a ceder terreno!…